Por el derecho a la información en torno a los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001

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LETICIA CAMPOS ARAGÓN

Resumen

Estados Unidos tiene hoy un poder militar sin par en todo el planeta Tierra, resultado de una cultura que favoreció la experimentación y la innovación y orientó los principales logros científico-técnicos al desarrollo de la industria de la guerra. Esa superioridad militar se basa en las ideas de Einstein, sobre todo cuando en la década de los ochenta del siglo XX ese país aplicó la teoría de la electrodinámica cuántica a fines militares y, en consecuencia, desarrolló las armas radiológicas, de haces de partículas, de microondas, los diversos tipos de armas de rayo láser, entre otras. Son estas armas las que le han dado al gobierno estadounidense la mayor capacidad de acceso y control global en la historia mundial, a pesar de que la industrialización de la guerra es un fenómeno casi tan antiguo como la civilización. Dicho poderío militar le permite a Estados Unidos atacar misiles enemigos en vuelo o interceptar aviones y helicópteros, lo que hace poco creíble el factor sorpresa en la dramática destrucción de las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York y de parte del edificio del Pentágono en la ciudad de Washington, ocurrida el día 11 de septiembre de 2001.

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